Foto por Zach Lezniewicz

¿Estás preguntándote si tu investigación es relevante y si los esfuerzos que estás invirtiendo valen la pena? Es una preocupación no solamente muy común sino totalmente legítima. ¿De qué sirve todo este trabajo? ¿A quién le importa? ¿Estoy realmente diciendo algo nuevo?

Parto de la idea que es importante no perder de vista que nuestras investigaciones deben ser relevantes, y deben hacer una aportación. ¿Pero cómo reconocer una aportación valiosa, quién o cómo se define ese valor?

A veces nos vemos incapaces de reconocer el propio valor de nuestro trabajo porque nos hemos familiarizado tanto con nuestro tema de investigación que las cosas que decimos, pensamos, o escribimos nos parecen obviedades.

La propuesta que te hago es la de explorar este valor primero en ti, y luego con respecto a un campo de acción y de práctica o intervención. Con esto busco ir más allá de la idea que con más frecuencia oímos, y es que lo que justifica nuestras investigaciones es que rellena un “hueco” en esa área de investigación. Aunque es cierto que puede ser en parte así, podemos plantearnos que el valor de lo que investigamos no comienza ni acaba ahí.

Por eso, en el video que encuentras abajo amplío esas fuentes de relevancia para nuestras investigaciones, explorando 1) nuestras propias intuiciones y curiosidad, 2) una realidad práctica, es decir, un campo de la vida, un campo en el que tengas un conocimiento práctico, profesional, activista, o de otro tipo, y que incluya a más agentes que nosotras mismas y nuestros intereses personales, y 3) un campo de estudio académico, que vaya más allá de eso que llamamos “encontrar el hueco en la literatura” (o “finding de gap”), y que incluya la problematización como manera de construir un objeto de estudio.

El trabajo de Martin Savransky (2016), referenciado en conversación con Adolfo Estalella, me ha resultado muy interesante por su propuesta pragmatista y experimental para renovar la relevancia de la investigación. Aunque se refiere a la investigación en ciencias sociales, considero que sus propuestas son relevantes para el resto de ciencias porque la pregunta sobre la relevancia es transversal, e incluso interdisciplinar. Un ejemplo de una investigación así es la que plantea el antropólogo Alberto Corsín “Epidemiología urbana de la Covid”, sobre la que puedes leer un poco haciendo clic aquí.

Por otro lado, también encontré útil el trabajo de Jörgen Sandberg y Mats Alvesson (2011) sobre cómo ir más allá del descubrimiento de áreas inexploradas o investigaciones “mal” enfocadas como justificación de la relevancia de nuestras investigaciones. Trae a colación, específicamente a la academia anglosajona, una práctica que es muy común en la tradición de investigación francesa: la de “problematizar” como manera de dar forma a un objeto de investigación. Problematizamos cuando cuestionamos las cosas que damos por descontadas cuando “desnaturalizamos”. Esta tradición queda irónicamente lejana de la investigación que se hace en España, y está más presente en Latinoamérica. La nombro aquí con relación a las maneras en que podemos generar preguntas de investigación relevantes, pero podría escribir toda una entrada del blog específicamente sobre el tema de la problematización, sobre cómo funciona y cómo se hace.

Entra en el video de abajo para oir sobre las 3 fuentes de relevancia que puedes tener en cuenta si te estás preguntando si tu investigación y lo que estás escribiendo lo es. Verás que te propongo ejercicios para que apliques a tu caso.

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Trabajos citados

Sandberg, J., & Alvesson, M. (2011). Ways of constructing research questions: Gap-spotting or problematization? Organization, 18(1), 23–44. https://doi.org/10.1177/1350508410372151

Savransky, M. (2016). The adventure of relevance. An ethics of social inquiry. Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1093/nq/s12-XI.222.49-d