Francamente, cuando se me ocurrió hacer un doctorado por primera vez, me habría encantado poder hablar con alguien que ya hubiera hecho uno. Hay tantas cosas que no sabemos al arrancar. Y aunque hay muchas que solo se pueden aprender con la experiencia, está bien saber qué obstáculos se vendrán con probabilidad para poder superarlos.
El doctorado es un proceso complejo sumamente contextual, es decir, que depende de en qué sistema o país lo hagas, de en qué universidad, de quién sea tu director/a de tesis, de tu experiencia previa investigando, etcétera, etcétera, etcétera.
Aun así, también hay una experiencia común. Durante una conversación que tuve con Edgar, un antiguo compañero de doctorando, le pregunté específicamente sobre sus procesos de escritura y trabajo. Fue tan interesante oír cómo se las había arreglado él para escribir su tesis y convertirse luego en un investigador activo, que surgió la idea de hacer de esta conversación algo de la que más gente se pudiera beneficiar.
Esta serie de conversaciones está dirigida a doctorandos o pre-doctorandos (personas que estén pensando entrar a uno), y también a personas que ya se hayan doctorado, y que hayan seguido diferentes caminos relacionados de alguna manera con esa experiencia doctoral.
La serie incluirá a personas que hayan seguido una carrera académica, pero también a otras que por el contrario hayan decidido hacer carreras híbridas o dedicarse a cosas diferentes.
Esta serie de conversaciones se enfocarán en lo que no se suele comentar en el medio académico, y es hablar específicamente del proceso de trabajo, escribir, leer, pensar, pero también de todo lo que se le asocia como la discusión con pares y las negociaciones con tutores/as. La investigación es un trabajo artesanal: ¿qué pasa en el taller? Los manuscritos son lo que vemos: ¿qué hay detrás de bambalinas? ¿Cómo solucionaron el proceso de trabajo, workflow -o como lo quieras llamar- para pasar de una idea inicial a un trabajo entregado? Cada proceso de estos es muy personal, y lo que le funciona a uno puede que no le funcione a la otra. Pero siempre es positivo conocer diferentes formas de trabajo. También hablaremos del rol de directores/as de tesis y de la universidad o programa de doctorado, siempre de forma constructiva y con la intención de contribuir al bienestar y beneficio de todas las partes implicadas en un proceso doctoral.
El ex-tesista que inaugura este experimento es Edgar Gómez-Cruz (sí, el ex-compañero que mencioné antes). O mejor dicho, el Dr. Edgar Gómez-Cruz. Él sigue en la academia, y publica textos como autor único y con otras personas.
En el video de abajo hablamos de su recorrido académico, de cuál fue su visión al hacer una tesis, de su sistema de trabajo en cuanto a escritura se refiere, y lo que le aconsejaría a tesistas que estén en el ojo del huracán. Él tuvo claro desde la maestría que quería hacer una carrera académica como su madre y su padre, y supo desde temprano que esto pasaba por un énfasis en las publicaciones.
Su experiencia doctoral fue dura para él, salvo los dos primeros años. Es interesante porque asumimos que es así para todo el mundo –para mí también lo fue–, pero es bien interesante entender por qué fue así, y por qué en otros casos, cómo el de la doctora con la que conversaremos en la segunda entrega de esta serie, no fue así. Al contrario, esta invitada afirma que disfrutó mucho todo el proceso. Un misterio que vamos a aclarar 🙂
Volviendo a Edgar, su proceso de trabajo lo describe como caótico y muy abierto a lo emergente. Y aun así, Edgar es un autor y co-autor muy prolífico, y su trabajo es súper interesante.
¿Cómo lo hace? Escuchémoslo.
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