El rol de la mentora que desenreda proyectos
Llevo 6 años dándole forma y sustancia a eso de ser “mentora”. Por un lado, porque la veía como la manera de canalizar todo lo que sabía y todo lo que me encantaba hacer, y por otro, porque veía la real necesidad de cubrir una necesidad que de forma inexplicable no se estaba atendiendo (al menos en mi realidad más cercana).
La figura de la mentora no existía cuando yo comencé a hacer este trabajo, al menos en la academia hispanohablante, y tampoco se hablaba tanto de que hubiera un problema con cómo estaban ocurriendo las carreras investigadoras. Poco a poco se comenzó a hablar de la crisis de la salud mental en las personas dependen de la universidad y su cultura laboral e institucional.
NO estás sol+.