Foto por Florian Krauer.
Con este post, inauguro una serie de contenidos sobre herramientas concretas que pueden serte útiles en tu día a día de investigación.
Como investigadoras, todas necesitamos contar con herramientas para, sobre todo, la gestión de proyectos, la gestión de la información, la gestión del tiempo y la energía en el día a día, así como la gestión del texto que vamos produciendo.
A mí me gusta incluir herramientas conforme a las necesidades que tengo, y todo comienza con una reflexión personal, que en mi caso, realizo en papel.
¿Por qué en papel? Porque es una herramienta súper versátil que tiene una curva de aprendizaje cero. Sin embargo, es cierto que una vez que detecto una necesidad que se repite, exploro opciones para hacerlo en formato digital debido a su portabilidad y la facilidad para acumular información a lo largo del tiempo.
Más adelante, publicaré aquí y en mis redes sociales (LinkedIn y YouTube) un diagrama de las herramientas que utilizo, tanto las digitales como las analógicas.
Hoy comienzo con una herramienta básica para el manejo del manuscrito que estás generando.
¿Te ha pasado que vas generando notas escritas sueltas, notas de lecturas y borradores de tu tesis, artículo o capítulo de libro? ¿Cómo unificar las diferentes versiones de tu texto? ¿Cómo gestionar un manuscrito que va creciendo y creciendo?
Esta semana, te presento el programa Scrivener, sólido y sencillo, que he estado utilizando durante años y me funciona bien a mi y las personas que han trabajado conmigo.
A continuación, te explico de qué se trata, y si necesitas aprender acerca de una herramienta en particular o encontrar herramientas para una tarea específica, déjamelo saber en el botón de aquí abajo.