Foto por Naty Melnychuk
Aunque basado en un cierto optimismo que en otros contextos es vital para no abandonar algo que es difícil pero es importante para ti (como tu proyecto escrito), hay ciertas situaciones en las que ser demasiado optimistas juega en nuestra contra.
Si trabajas e investigas, si cuidas a otras personas e investigas, o todo lo anterior, puede llegar un momento en que te veas físicamente imposibilitad+ para dedicar tiempo de calidad a escribir.
Y puede que sea una estrategia lógica y comprensible que te digas que ahora no puedes, pero que más adelante, cuando se vaya ese pico de trabajo y responsabilidades, te pondrás con tu proyecto.
La cuestión es que ese momento no va a llegar, y si por cosas de la vida, se calma el ritmo, lo que menos te va a apetecer es ponerte con un reto intelectual que requiere de ti tu mejor energía.
Si, de casualidad, estás contando con reconectarte con tu investigación cuando baje el ritmo loco de la vida, este video es para ti: