
Foto de Baylee Gramling.
En un mundo ideal, todas las personas en roles de corrección, revisión, o mentoría, tendrían las habilidades para retroalimentar con cuidado el trabajo de otras/os, con la consciencia de que la persona que pide la corrección no distingue entre su trabajo y su valor como persona, y que tiene un mundo de dudas sobre sus capacidades.
Pero sabemos que esto no es siempre así, y que llegar a ese nivel de empatía frente a esa vulnerabilidad es incluso un aprendizaje para la persona que está en el rol de corrector/a. Sé que yo he tenido que aprender a retroalimentar de forma cuidadosa el trabajo de otros/as personas.
El recibir una evaluación vaga y que critica aspectos de nuestro trabajo es uno de los momentos más temidos por las personas que están haciendo un trabajo por escrito a partir de una investigación. Y no debería extrañarnos, si tenemos en cuenta que solemos equiparar la calidad de nuestro trabajo con nuestro valor como personas, como lo muestra la “Self worth theory” desde la psicología. Casi nada. Si te interesa el tema, te recomiendo la charla TED de Nic Voge.

En el video de abajo te propongo algunas ideas para gestionar la crítica (en el peor de los casos), las correcciones (un poco mejor), y lograr una retroalimentación (lo ideal).