Foto de Florencia Viadiana.
Por lo general no nos enseñan a escribir en la universidad.
Para ser justa, pude acceder durante el doctorado a un taller de escritura de tesis, financiado por mi programa de doctorado gracias a la visión de las personas que dirigían el Interdisciplinary Internet Institute/Universitat Oberta de Catalunya. Pero fue un taller que hablaba de la(s) estructura(s) posibles para una tesis, pero no sobre cómo escribirla.
Fue solo durante mi primer trabajo como docente, después de haber defendido la tesis (sic), que accedí a mi primer taller de escritura. Con el apoyo de la Universidad del Rosario en Bogotá, nos visitó Dannelle D. Stevens desde la Universidad pública de Portland. Ella abrió la caja negra de mi escritura académica por primera vez. No la de sus posibilidades, sino la de mis bloqueos con respecto a ella.
Retrospectivamente entiendo que fue ahí que comencé a desmitificar todo el proceso de escritura. Me di cuenta que la escritura para mí estaba llena de mitos, creencias, y asociaciones negativas que guardaba desde mis primeros intentos de escribir algo propio, ya en el colegio (instituto). Estaba convencida de que una escritura fluida e interesante tenía que ver directamente con el nivel de inteligencia y con un don “natural”.
Durante la tesis doctoral, le añadí el ingrediente de la entrega, la disciplina, y la importancia del mood en el que estuviera en el momento: escribe bien quien lo hace durante al menos 4 horas por día, cada día, y si va bien es por suerte. ¿De dónde me saqué esa cantidad de horas y el tema de la suerte? De la manga y del desconocimiento, francamente.
En este taller comenzó un viaje de auto-conocimiento muy conectado con una de las ideas que fundamentan todo lo que hago en Mind Academia, que es la importancia de auto-investigarse. Que puedas escribir de forma fluida y disfrutándolo no es aleatorio ni mágico –aunque pueda sentirse así–. Está conectado con otras cosas más concretas, y ¡bien!, abordables y gestionables.
Hablo sobre estos bloqueos en el video que encuentras aquí abajo. Me baso en lo que se sabe gracias a la investigación, por un lado, y mi experiencia –y la de estas personas investigadoras– con autores y autoras del mundo académico.
Este conocimiento debería ser accesible. Creo que es importante que con esta información en la mano, podamos encaminar nuestras energías, no a vivir nuestro trabajo como quien empuja un carro con pesadumbre y dolor, sino abrirnos a la posibilidad de que la escritura sea también disfrute y una vía de creación y de expresión.
Por esto, te ofrezco un Cuestionario de Bloqueos de Escritura para que comiences este viaje que parte de una cierta claridad sobre uno/a mismo/a. Esto exige parar de compararse con otras personas/colegas y tener una buena dosis de compromiso con un aprendizaje que va más allá de la tesis, paper, libro, o proyecto creativo que te ocupe ahora.
Encuentras el link para descargarte el cuestionario abajo de la cajita con el video de YouTube.
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